El modelo de crisis histórica de José Ortega y Gasset plantea que el motor de la historia está dado por el recambio de las generaciones. Cuando la nueva generación se da cuenta que aquello que la vieja generación cree y sostiene sin cuestionárselo, se establece la lucha de generaciones que de resultar positiva para la nueva generación se produce un vuelco en la historia.
Debido a lo anterior y aterrizándolo a los últimos 38 años de la historia de Chile, lo que el movimiento estudiantil actualmente está generando, a mi parecer, constituye el inicio de una crisis histórica.
Sin quererlo, nuestra generación es hija de la dictadura militar. Si bien no todos nacimos antes de que el ex presidente Aylwin asumiera el poder (al menos yo nací antes), nos desarrollamos y nos educamos con el miedo a perder lo que el movimiento del NO (plebiscito) había conseguido. El concepto de “democracia protegida” fue en el que al menos a mí se me educó. Siempre creí que la democracia consistía en ir a votar, y recuerdo alegremente cuando niño acompañaba a mis padres y a mi nana cada Domingo cuando se debía votar. Sin dudas, anhelaba el día en que pudiese tener 18 años para poder votar, porque mis padres siempre me señalaron lo difícil que fue obtener ese derecho.
Hoy en día, cuando ya tengo 22 años me doy cuenta que el juego democrático es mucho más que eso. Es lo que estoy viendo hoy, un movimiento estudiantil organizado, que lucha contra las trancas de la generación vieja, pues entender la educación como un bien de mercado y no como un derecho humano fundamental es propio de una generación que no se cuestiona lo que la dictadura militar les impuso con la fuerza.
Hoy en día, nace una generación que ya no le tiene miedo a la democracia, no le tiene miedo a participar. Lamentablemente nuestros padres no vivieron la misma juventud, y creo que es fundamental comenzar el cambio por ellos para poder llevarlo a toda la sociedad.
Es importante señalar que las generaciones no están constituidas por la edad, pues como diría mi querido ex presidente Salvador Allende “Hay jóvenes viejos y viejos jóvenes, y en estos últimos me ubico yo”. Creo firmemente que nuestra lucha es contra esos jóvenes viejos, que creen que nada se puede cambiar, que sostienen que solamente estamos perdiendo clases, que a la universidad se ingresa únicamente a estudiar.
“La historia es nuestra y la hacen los pueblos”
No duden que estamos llamados a cambiar el rumbo de la historia y soñar que nuestros hijos vivirán en un Chile más equitativo, más justo y más fraterno.
Juan Pablo Rubio Schweizer (Pi Jei)
Estudiante 4ºMedicina UV
No hay comentarios:
Publicar un comentario